Desde hace cinco años, el Ayuntamiento de Bilbao, la Universidad del País Vasco y la Fundación Bilbao Arte llevan a cabo una bonita iniciativa que consiste en sacar el arte de los museos y llevarlo al día de las personas de la mano de los comercios de esta noble villa y de los estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU. Se trata de una iniciativa muy chula y, cuando nos encargaron el catering de la entrega de premios, nuestras mentes se pusieron a idear una especie de «performance gastronómica» en la que los participantes, muchos de ellos futuros artistas, pudieran interactuar, disfrutar y expresarse con nuestras propuestas.
Este fue el resultado de nuestras «maquinaciones»:
1. RECEPCIÓN «POP»: La entrega de premios de Arteshop Bilbao 2015 tuvo lugar en el Mercado de La Ribera y aprovechamos las distintas posibilidades que nos brindaba este espacio para jugar e interactuar con los asistentes . A las puertas del recinto colocamos un palomitero para dar la bienvenida a los asistentes con uno de los alimentos más Warhol que conocemos: las «pop» corn.
2.PINTURA CON CHOCOLATE: Inspirados en el cartel de Arteshop 2015, creamos una mesa cuya base simulaba una gran mancha de pintura azul y en ella colocamos distintas «paletas de pintor» sobre las que pusimos todo tipo de «pinceles dulces» -bolitas de donut, barquillos, bizcochitos, nubes, fresas y gajos de mandarina-, que los asistentes podían empapar en el más delicioso de los óleos: una fuente de chocolate.
3. BARRA DE PIZARRA: Pusimos unas barras de pizarra y nuestro amigo Jon Spinaro las decoró con unos dibujos muy chulos (¡gracias, Jon!). También dejamos unos paquetes con tizas para que los que se animaran pudieran hacer sus propias creaciones.
4.CORNER «EXPRESS YOURSELF»: en referencia al arte urbano y el ecodiseño, cogimos unos palets y unos lienzos en blanco y los transformamos en unas mesas sobre las que pusimos unas originales pinturas de colores -nuestras minihamburguesitas- buscando que la gente se expresara…
… ¡y vaya si se expresó!
El objetivo final era que todo el mundo se divirtiera con nuestras «maquinaciones» y pasara un buen rato. ¡Esperamos haberlo conseguido! ¡Y gracias a Arantza del CiB -siempre al pie del cañón y trabajando con cariño- por contar con nosotros para el evento, y al DJ Sergio Calderón, que se encargó de ambientar musicalmente el sarao!