Queríamos celebrar una boda informal, que fuese muy dinámica y diferente a lo que estábamos acostumbrados y sin que ello nos llevase muchos quebraderos de cabeza y la verdad es que con Hambroneta y todo su equipo lo conseguimos. Alquilamos una casa rural y tras la ceremonia tuvimos un cóctel largo de 3 horas en el jardín en el que se hizo una fideuá para 120 personas. No solo eso, también cogimos con Hambroneta la recena de la noche, el servicio de camareros para la barra libre de la tarde y la noche (la bebida la pusimos por nuestra cuenta), el Dj y el fotógrafo. Vamos, que depositamos el peso de casi toda la celebración en ellos. ¡Y acertamos! Los invitados comieron estupendamente y en cantidad a pesar de ser un cóctel basado en snacks y fideuá. ¡Nadie se quedó con hambre y toda la comida estaba riquísima! El servicio de camareros, tanto durante el cóctel como luego en la barra libre, también estupendo, siempre atentos a todo y dando un toque especial al espacio. Y es que miman cada detalle: carretilla cervecera muy bien decorada, la barra con nuestros nombres, mesitas altas vestidas con mucho gusto, el rinconcito de la limonada muy cuco, la mesa de los cafés… Con el Dj y el fotógrafo, más de los mismo. Todo el día (y eso que fue un día muy largo) estuvieron a tope. Para acabar, destacar el gran servicio que nos dieron desde el primer momento que les contactamos: súper atentos, flexibles, nos orientaron a la perfección y, el día de la celebración, se encargaron de toda la organización para que así nosotros no nos preocupásemos de nada. Y sí, salió todo a pedir de boca. Y la verdad que aunque esto de las bodas sea caro, creemos que sus precios son razonables y muy competitivos. Así que resumiendo, son un equipo de grandes profesionales totalmente recomendables.