La semana pasada nos trasladamos a Arrasate-Mondragón para ofrecer un coffee break y, sobre todo, un lunch muy especial, o al menos poco convencional. Resulta que cada cierto tiempo Fagor Ederlan organiza en su centro tecnológico Edertek un Plenario de Mejora e Innovación en el que participan distintas empresas y profesionales que comparten reflexiones y proyectos sobre distintas temáticas, siendo la de esta ocasión el mundo digital.

Como es habitual en este tipo de foros que duran todo el día, los organizadores realizan distintos parones a lo largo de la jornada para que tanto los ponentes como los asistentes puedan descansar, charlar distendidamente y, además, reponer fuerzas con algún tentempié.

coffee_break

De modo que, a mitad de la mañana, el plenario se interrumpió para que los participantes pudieran disfrutar de un coffee break al aire libre compuesto por:

  • Bebidas calientes: café y leche.
  • Botellines de agua.
  • Zumos variados dispuestos en jarritas.
  • Piruletas de bolitas de donuts.

La fórmula de servicio elegida fue el «self-service» ya que se pensó que, de esta forma, se optimizaría el tiempo del descanso -20 minutos- y se favorecería el networking en torno a las mesas.

Hasta aquí parece un catering más o menos al uso, ¿verdad? Pues no os confiéis porque la sorpresa vino en la hora del almuerzo. Como ya os hemos dicho, este Plenario de Fagor Ederlan estaba dedicado a la Mejora e Innovación y, por eso, a la organización le apetecía hacer algo innovador en el lunch que sorprendiera a los asistentes. ¿Y qué mejor forma de sorprenderles que con una sesión de street food en las instalaciones del centro tecnológico? No hace falta decir que nosotros estuvimos encantados con la idea porque no hay nada que nos guste más que sacar a pasear a nuestro food truck 😉 .

street_lunch

Así, a cada uno de los asistentes a la jornada se les entregó dos bonos canjeables en nuestro food truck: uno por un bokadog preparado al momento, con su pan calentito y su cebolla crujiente, y otro por una bebida a elegir entre un refresco o agua. El menú del almuerzo se completó con una ensalada de pasta y una Hambrocookie.

Sabemos que queda mal que lo digamos nosotros porque somos parte implicada pero creemos que Fagor Ederlan acertó plenamente con este «almuerzo by food truck» ya que consiguieron el objetivo que se habían marcado: ofrecer un lunch diferente que entusiasmó a la gente y que la dejó satisfecha y con buen talante para afrontar las ponencias de la tarde.

Por nuestra parte, nos gustaría decir que estuvimos muy a gusto durante toda la jornada y que, con gente como la de Fagor Ederlan, y muy especialmente con Yuri Noda, da gusto trabajar. ¡Gracias por confiar en nosotros!

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